¿Es este el puente romano que cruzaba el río Jerea en el Valle de Losa?

 Esta entrada es continuación de la que publiqué hace unos meses que recomiendo leer primero.  La verdad es que fui a buscar un puente o restos de su existencia y descubrí cosas muy interesantes que pueden respaldar la hipótesis del puente de madera. Lo desarrollo en el artículo.

La intención que declaraba en el anterior artículo era la de buscar un puente en el río Jerea entre Calzada de Losa y San Llorente de Losa. Consultando viasromanas veremos que por ahí pasaba la calzada romana que cruzaba todo el valle y lo tenemos confirmado con varias catas arqueológicas. Veamos el recorrido:


Recorrido de la calzada romana Valle de Losa
Recorrido de la calzada romana Valle de Losa

En este caso empecé por San Llorente porque es la localidad más cercana al río Jerea. La calle principal del pueblo se llama Calle Real, probablemente porque por allí pasó la calzada real medieval que aprovechó el recorrido de la calzada romana. Coincide también con el nombre que dan en Calzada de Losa, al otro lado del Jerea, a la calle que corresponde al trazado de la calzada romana.

San Llorente de Losa
San Llorente de Losa

Revisando las edificaciones en piedra del pueblo, ningún sillar ha sido reciclado de una construcción canónica romana anterior. Ni acolchados, ni colas de milano, ni muestras de oquedades para grapas. Ni en las casas ni en la iglesia románica del pueblo que tiene este precioso pórtico. Románico sí, pero romano nada.

Pórtico románico San Llorente de Losa
Pórtico románico San Llorente de Losa

Para llegar al tramo de calzada hay que cruzar un puente de piedra sobre el río Nabón dentro del casco urbano. Este puente no está en la zona por donde pasaba la calzada original. Está formado por una serie de refritos donde se intuyen al menos tres momentos constructivos distintos, uno de ellos muy moderno porque en la parte superior hay listones de acero. Como está totalmente encalado es difícil hacer un mínimo análisis, pero no es lo que estamos buscando porque sabemos el sitio por el que se cruzaba el Nabón y no corresponde con ese lugar.

Puente San Llorente de Losa
Puente de San Llorente de Losa

Llegamos por fín al tramo por el que discurría la calzada. Hay parte que discurre por debajo de una carretera moderna que ha aprovechado la calzada original. En algunos puntos se ve como el asfalto moderno está soportado por las lascas de piedra antiguas:

calzada romana bajo carretera actual
Calzada romana bajo lacarretera actual San Llorente de Losa

En otro tramo la calzada discurre en paralelo a la carretera moderna y por fín se separa de ella llegando al río. 

calzada romana en San Llorente de Losa
Vista de la calzada romana en San Llorente de Losa

La parte final que coloca el recorrido paralelo al río es de naturaleza tan arcillosa que probablemente no formara parte de la calzada original:

calzada romana en San Llorente de Losa
Vista de la calzada romana en San Llorente de Losa

Aquí es donde vamos a volar el dron hacia el Jerea para ver qué podemos intuir. De los 25 minutos de video que grabé, me voy a quedar con este clip de 3 minutos.  La zona de vuelo del dron corresponde aproximadamente a la que encuadra el cuadrado rojo sobre el río, justo en la zona donde tuvo que estar el puente:

Zona donde estaba puente romano
Vista aérea de la calzada romana en San Llorente de Losa

Te voy a pedir que te fijes en el minuto 1:20 (plataforma 1), en el minuto 2:12 (plataforma 2) y en el minuto 3:07 (de nuevo plataforma 1):



Para centrar el interés en la plataforma 1 hay que quedarse con este fotograma:


Hormigón romano calicanto río Jerea
Hormigón calicanto río Jerea

Lo que hemos llamado plataforma 1 tiene toda la pinta de ser los restos de una estructrura similar al calicanto, aunque muy erosionada y degradada. ¿Y qué es el calicanto? Pues lo que su propio nombre indica: una mezcla de cal, piedrolos, tierra y agua que se usaba en la construcción antes de los hormigones modernos.  Los romanos tenían su versión a la que llamaban Opus Caementicium que era un hormigón de tal calidad que era capaz de fraguar bajo el agua. Pero en definitiva consistía en su versión del hormigón con piedrolos. Veamos un ejemplo bien conservado en la estructura que soporta el arco de Tito:


Como es un simple soporte no se preocuparon mucho de la estética y los piedrolos son bastante toscos. En otros trabajos, con este Opus más a la vista, hicieron estructuras mucho más cuidadas estéticamente.

¿Utilizaban los romanos este hormigón para crear estructuras en el agua? Desde luego que sí. Veamos un par de ejemplos. El primero está en Cesarea Marítima, la ciudad donde vivía Poncio Pilatos. Fíjate en el "tocho" de la izquierda a la orilla del mar:


El siguiente es un artículo de El País donde cuentan cómo lo utilizaban para construir puertos. 

Entonces ¿cómo podrían ser esos puentes que buscamos y nunca encontramos? Pues ahora tenemos elementos para completar la hipótesis que formulábamos en el artículo anterior. Los puentes eran de madera, pero apoyaban sobre estructuras de Opus Caementicium. La estructura podría seguir el siguiente patrón:


Estructura de puente romano de madera
Estructura de puente romano de madera

De esta forma, las estructuras de hormigón inferiores deberían de tener algún hueco en el que encajar los listones de madera y librarlos de estar en contacto directo con el agua.

Esta formula constructiva es muy pragmática. No es la mejor solución posible para fabricar una estructura que cruce un río, pero sí es la más realista y realizable. Lo mejor es enemigo de lo bueno. Si se dedicaban a construir maravillosos puentes de sillería de alta calidad, las calzadas romanas serían irrealizables en tiempo y costes. La ingeniería no consiste en encontrar la solución óptima a un problema, sino que consiste en encontrar la mejor solución realizable. Y dentro de ese concepto de realizable hay que tener en cuenta tanto el coste como el tiempo de ejecución.

La durabilidad, evidentemente, no sería la misma que en un puente de sillares de piedra. La madera sometida a mucha humedad o símplemente a la intemperie provocaría incidencias graves que harían necesarias reparaciones cada cierto tiempo. Desde luego que sí y sabemos que así era. Lo sabemos porque décadas o siglos después de construidas las calzadas tenían que ser reparadas. Cuando hacían esas reparaciones, solían dejar miliarios que indicaran quién era el emperador que había pagado dicha reparación. En otro artículo dejé este ejemplo maravilloso de miliario encontrado en Valmaseda en el que se indicaba:

Imp(eratori) Caes(ari) C(aio) Iulio Vero / Maximino Pio Felici Aug(usto) Germanico / max(imo) Dacico max(imo) Sarmatico max(imo) / pont(ifici) max(imo) trib(unicia) pot(estate) V imp(eratori) VII p(atri) p(atriae) co(n)s(uli) / proco(n)s(uli) / C(aio) Iulio Vero Max(imo) nob(ilissimo) Caesari / Germanico max(imo) Dac(ico) max(imo) / Sarmatico max(imo) principi iuventutis / fil(ius) d(omini) n(ostri) / Imp(eratoris) C(ai) Iuli Veri Maximini P(ii) Fel(ici) Aug(usti) / via[m et] pontes tempore vetustatis / conlapsos restituerunt / curan[te] Q(uinto) Decio leg(ato) Augg(ustorum) pr(o) pr(aetore) c(larissimo) v(iro)

Es decir, después de las loas al emperador se señalaba que las vías y los puentes estaban viejos por el tiempo transcurrido y habían tenido que "restituir" los "colapsos". Es difícil imaginar colapsos en las toneladas de piedras que formaban el trazado normal de la calzada. Lo que colapsaba eran los puentes. Así los valmasedanos de la época tenían que agradecer a Quinto Decio, legado del emperador, el arreglo.

Quiero cerrar el artículo recordando que todo esto es una hipótesis. Para poder llevar más certeza a esta hipótesis sería necesario descubir más estructuras como la que hemos mostrado en el río Jerea. Si pudieramos encontrar un patrón común, podrémos estar más cerca de confirmar varios extremos de la hipótesis. Seguiremos intentándolo.

Ahora te voy a pedir que leas el tercer artículo de esta serie que contiene el descubrimiento más espectacular. Lo tienes en este enlace.







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