Venimos de nuestra entrada de introducción donde nos nombraban por primera vez a Castilla como el territorio del castillo en la zona de la ciudad Patriniani. Esto está escrito en el año 800. Es poco para empezar pero es lo que tenemos.
Si queremos ligar esto con la época imperial o tardoimperial romana tenemos un gran problema: desconocemos la ubicación de la mayoría de las ciudades y vías de comunicación de época romana y prerromana. Hay un montón de nombres que somos incapaces de hacer encajar en sitios actuales. De hecho, no conocemos dónde se encontraban la mayoría de las ciudades y "mansiones" del norte de Castilla que se mencionan en la documentación romana.
Este problema se multiplica por cien si le unimos el trabajo arduo de la mayoría de los historiadores de los últimos 200 años, que no ha llevado más que a despistarnos. Cada historiador, anónimo o de renombre ha creído reconocer alguna ciudad romana en localizaciones concretas sin más pruebas que el "porque yo lo valgo". De ese modo, sitios como la ciudad mítica de Vellica, punto importante de las guerras cántablas ha sido situada en el norte de Palencia, en las Merindades y hasta en Vitoria por gente diversa por el método del "porque yo lo valgo". Pasa lo mismo con Julióbriga: encuentras ruinas cerca de Reinosa y tienen "porque yo lo valgo" que ser Julióbriga. De Veleia prefiero ya ni hablar, ya que hasta se descubrió un pufo que salió en prensa, se ha intentado ocultar y revela demasiadas falsedades. Encima con política de por medio.
El problema en el estudio de la Historia no termina aquí, sino que se agrava. Se han dado por ciertas tantas cosas sin probar, que en el estudio moderno de la Historia se ha ido al lado contrario, esto es, ya no es posible ni formular hipótesis sin un respaldo arqueológico en el que se encuentren textos autoreferenciales. De locos. Ni lo uno ni lo otro.
En este blog, voy a repasar algunas hipótesis que he encontrado que pueden tener cierto sentido y por mi parte formularé otras, dejando claro que son hipótesis, en base a la casuística más probable. Volvamos a nuestro tema entonces: ¿de qué podemos estar seguros hablando de presencia romana en las Merindades? Poca cosa, veamos las tres principales:
1) La vía romana de Pienza-Losa. Evidente. La puedes visitar. Gracias al trabajo del Isaac Moreno Gallo está documentada, fotografiada con sus catas arqueológicas y hasta la puedes ver online en Viasromanas. Esta vía llega desde Castro Urdiales y se adentra en Las Merindades siguiendo más o menos un curso similar al de la N-629. En Revilla de Pienza abandona el curso de la carretera actual y se adentra en el Valle de Losa camino de Pamplona. El profesor Moreno Gallo piensa que había un ramal que pasaba por Medina de Pomar y parece tener localizados ciertos tramos, pero aún está pendiende de publicar. Esta vía con el ramal Medinés incluído dará mucho que hablar en este blog. Sabemos que esta vía romana fue mandada hacer en tiempos de Nerón y reformada en tiempos de Domiciano porque se han encontrado miliarios romanos en Castro Urdiales que contaban eso. Lo más interesante del tema es que el miliario de tiempos de Nerón decía que la vía llegaba hasta Pisoraca, que se cree que puede ser algún sitio por Palencia, quizá Herrera de Pisuerga. Esto daría a entender que la vía originalmente no tendría como objetivo desviarse a Pamplona, sino seguir hacia el sur.
2) Salinas de Rosío. El ingeniero que diseñó la vía romana del punto anterior se molestó en que pasara por Salinas. No solo esto, sino que en Salinas se ha encontrado, desde un mosaico de época romana, hasta tuberías de plomo y teselas romanas que se pueden ver en el Museo Histórico de las Merindades. Salinas tuvo que ser un enclave de cierta importancia precisamente por las salinas. Como seguro sabes, admirado lector que pierdes tiempo en leer estas cosas, la sal tenía una importancia en la antigüedad enorme, que creo que no está bien valorada a la hora de analizar la importancia económica o estratégica relativa. Es fácil de inferir que en Salinas tuvo que haber una explotación de primer orden, desde luego bien conectada para poder llevar la sal a muchos sitios. Algo parecido pasa con Poza de la Sal donde también se han encontrado restos romanos. Aunque en Poza ya nos hayamos subido a la meseta, ambas localidades no dejan de formar un eje de explotación minera que puede explicar el curso de la vía romana anterior. Hay quien ha propuesto que Poza de la Sal es la romana Salionca, detallada en algún itinerario romano. Pero ya sabes, por el método del "porque yo lo valgo". ¿Podría ser? Sí, pero cero formas de estar seguro.
3) El castillo de Tedeja. Encontrado hace no muchos años en el alto que precede a Trespaderne. Se ha excavado solo una parte y es imponente. En las escavaciones se concluyó que la parte superior era de origen visigodo construido sobre una base anterior tardorromana.
Como ya te habrás imaginado, hablaremos mucho del castillo de Tedeja.
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